viernes, 11 de enero de 2008

Untierno final, unprincipio a tiempo










Nada de qué sorprenderse, una imagen clara en la calle y de pronto la síntesis de mi vida empotrada en la banqueta; la suma de mis temores siendo bebida por un drenaje ficticio que alguien sin conocerme, ciertamente, o eso espero, puso en este lugar por alguna razón, pero en fin, idiota o no el motivo viene y se me cuelga de alguna parte del cuerpo que siquiera conocía. Una imagen nítida para un tierno final, un principio a tiempo.







Nunca he querido ser alguien realmente, nací y he vivido casi donde mismo, camino las mismas calles y ahora de ha chingadazo me doy cuenta que, en pocas palabras, algo en esta forma en que me desplazo vale madre, que por más esfuerzo de construcción del futuro, más chamba y adquisición de bienes, más rápido se comienza a ir todo por el recto inevitable de esta vida.







Este texto y este blog son una despedida y un comienzo a la vez. A la gente que algún día me conoció, la gente que tristemente convive conmigo, muchas gracias por la nada que me dieron en alguna ocasión; desparezco simplemente, sin el típico nos veremos prontito. Hoy ya no soy quien solía, haré con una chingada y de una vez, la misma pinche tontería que he querido hacer siempre (a parte de actuar en una película de Tarantino)







… un tierno final, un principio a tiempo…

1 comentario:

Krishna Naranjo dijo...

Es cierto, un día la ciudad puede ofrecerte una imagen como bajada del cielo, sólo para ser percibida por tí. No hay más. saludos
K.